lunes, 9 de enero de 2012

Segundas oportunidades en realidades paralelas

El cine ha tratado siempre de dar respuesta a las grandes preguntas del ser humano ¿ Estamos solos en el universo? Es una de las preguntas más frecuentes. Por ello, hoy en nuestro blog investigamos en la visión de la vida en el espacio exterior. Comenzamos nuestro recorrido cósmico con una de las películas más interesantes de este año:  Otra tierra. Es un  Drama, con elementos de ciencia ficción, bastante original sobre la existencia de una segunda oportunidad para los seres humanos en un universo paralelo dentro del cosmos. 

Otra tierra  retrata las aspiraciones de una intelectual por llegar a ser una astrofísica de élite, ilusiones arrebatadas de golpe por un desgraciado accidente causado por un compositor, que en su convalecencia descubre la existencia de un planeta igual al nuestro en el universo, hecho sorprendente al que la comunidad científica presenta como un mundo alternativo dentro del cosmos, una nueva ocasión para poder vivir la existencia soñada y los sueños perdidos con el devenir de los tiempos, a la vez que la joven y el compositor dejan atrás los recelos y las desconfianzas entre ellos e inician una peligrosa relación sentimental.

La peli va de mundos paralelos, de una Tierra alternativa, de un descubrimiento astronómico revolucionario. Pero el barniz fantacientífico es, como en toda buena película del género, una estrategia, la coordenada de un contexto. Porque la cinta de Mike Callhinono habla de cuerpos celestes ni de realidades del hiperespacio, bien al contrario habla del aquí y del ahora. El quid de la cuestión es una purga, una redención de libro; Rhoda abandona la prisión después de cuatro años de condena por culpa de un homicidio involuntario. Desde entonces vive para vencer a la culpa, para sobreponerse al tormento del remordimiento buscando el perdón del hombre al que destrozó la vida. despliega un contenido humanismo sideral en el que Cahill juega con la ambigüedad de las realidades paralelas, imaginando un planeta Tierra alternativo que no es sino un espejo del nuestro, acaso un paraíso en el que los pecados y las faltas no pesen sobre la conciencia, y los errores sean reparables. Rhoda y John son satélites de ese planeta duplicado, y el mayor mérito de Cahill es evitar que el drama se desmadre entre ínfulas filosóficas y recados de reconstitución new age.

Es una película insólita que sabe sorprender y que hábilmente plantea preguntas sustanciosas a las que no contesta, empujando al espectador a participar activamente en el juego, a formarse una opinión y, en definitiva, a pensar. Pero en el fondo es un drama sobrio acerca del perdón y de las segundas oportunidades, sostenido por la excelente química que comparten Brit Marling y William Mapother  que elude ahogarse en sus propias pretensiones y en la genuina maraña de sus simbolismos planetarios. Es cierto que se traiciona a sí misma con un clímax discutible y un punto incoherente, pero también lo es que se trata, en conjunto, de una de las propuestas indies más sugerentes procedentes del otro lado del Atlántico desde hace un puñado de meses.

4 comentarios:

  1. Buena entrada. Es una crítica digna de un profesional. Me gusta vuestro blog, mejora cada día. Se nota que le ponéis ilusión.

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  2. Qué pintaza tiene esta película... me encantan este tipo de dramas...

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  3. Parece chula, habrá que verla :D
    Abel

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  4. Spoilers. Versión Original por favor, tanto en títulos como en enlaces a vídeos.

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